miércoles, 24 de marzo de 2010

La foto que nunca envié

Un sobreviviente del terremoto lleva el perro que rescató de las ruinas de su casa, a lo largo de una calle devastada por el terremoto y el tsunami.

"Sácame una foto con el perro," me dice el sobreviviente . La hago como si me lo ordenara, y veo que su cara muestra un tremendo dolor. "Perdí mi casa, el mar se llevó a mi hijo y a mi esposa, y esto es todo lo que quedaba. No puedo dejar el perro aquí. Era de mi hijo". Hace una pausa. "Me encontré a mi esposa (viva), pero mi niño está en paradero desconocido." Antes de que él termine de hablar bajo mi cámara y lloro. Camino junto con él, pensando qué decir para disminuir su sufrimiento, pero sólo hay silencio.

Nunca envié esta foto mal enfocada del sobreviviente del terremoto. La idea preconcebida de lo que hace una fotografía buena, la estética, las capas de la composición, y la nitidez o falta de ella... todos se convirtieron en razones para no elegirlo. Pasó algún tiempo después, cuando me di cuenta que la tristeza del hombre fuera de foco con su mascota sigue siendo transmitida como el dolor y la devastación incluso a través de las deficiencias técnicas de la imagen, y hace desaparecer todos los conceptos fotográficos que tengo en mi pequeño mundo . Yo culpo a la razón por superar a la emoción.

Técnicamente, la fotografía no es buena, pero, modestia aparte, creo que es la mejor foto que tomé. Hoy en día, está más claro que nunca para mí que en la edición de una historia que no siempre muestra todo lo que hemos visto, y que nunca dejamos de aprender en el proceso.

Me siento afortunado de que esta era la única persona que me encontré que había sufrido una muerte de primera mano en la Constitución. Me gusta creer que nunca nos volvimos a encontrar en itinerancia en las mismas calles, ya que finalmente encontró a su hijo.

La foto del hombre con su perro que nunca fue enviado a los medios de comunicación, pero sin embargo es la imagen del terremoto, que permanece impresa en mi mente fuera del obturador de 3.645 clics que mi cámara registró.


Foto y texto de Iván Alvarado, de Reuters.
Visto en menéame.


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