viernes, 14 de octubre de 2016

El hombre solitario que construye una catedral con sus manos.


Desde hace 53 años, Justo Gallego Martínez dedica su vida a la construcción de una catedral, valiéndose únicamente de sus manos, en Mejorada del Campo, a las afueras de Madrid. Gallego no es arquitecto, ni tiene titulación ninguna relativa a la construcción, pero eso no le ha impedido levantar este titánico esfuerzo. A los 90 años de edad, Gallego sabe que no será capaz de terminar el proyecto en su vida. Pero sigue en él de todos modos, día tras día, impulsado por su fe.