El ferrocarril subterráneo (en inglés, Underground Railroad) fue una red clandestina organizada en el siglo XIX en Estados Unidos para ayudar a los esclavos afroamericanos que se escapaban de las plantaciones (llamados cimarrones).
Esta red estaba formada tanto por afroamericanos que habían sido esclavos como por activistas blancos simpatizantes del movimiento abolicionista.
El nombre de Ferrocarril Subterráneo viene por el hecho de que sus miembros utilizaban términos ferroviarios de modo metafórico para referirse a sus actividades.
Por ejemplo, los conductores o maquinistas eran quienes ayudaban a los negros fugitivos en los propios estados esclavistas de Sur. Les proporcionaban disfraces, mapas, instrucciones sobre sitios para hospedarse y en ocasiones los acompañaban guiándoles durante el trayecto.
Eran por lo tanto activistas muy audaces, pues en aquella época el ayudar a esclavos fugitivos estaba castigado incluso con la muerte.
Otros activistas establecían estaciones del ferrocarril, es decir, lugares (normalmente casas particulares) a donde los fugitivos llegaban y podían esconderse, comer, descansar, recibir asistencia médica, e información sobre la siguiente etapa del viaje. Por ejemplo el matrimonio de cuaqueros formado por Levi y Catherine Coffin, que vivían en Newport, Indiana, fueron jefes de estación por más de veinte años y en este tiempo pasaron por su casa (la estación) unos 2.000 esclavos fugitivos.
Los esclavos fugitivos eran los pasajeros. Las rutas de escape se llamaban carriles. La jefatura era la Estación Central, y los estados del norte eran el destino.
Los miembros de Ferrocarril Subterráneo operaban en la clandestinidad y normalmente solo se conocían entre sí por sus seudónimos, para no comprometer su seguridad. También hacían jurar a los pasajeros que guardarían el secreto.
El Ferrocarril Subterráneo buscaba a sus colaboradores dentro del movimiento abolicionista, del que era parte, y así iba extendiendo sus actividades siempre al margen de la ley.
Quizá el personaje más famoso y popular en la historia del Ferrocarril Subterráneo fue Harriet Tubman, a quien llamaban la Moisés de los esclavos, y que fue una conductora que había nacido esclava en Maryland y que se escapó en 1848. Una vez llegada al Norte y alcanzada su libertad se incorporó al Ferrocarril Subterráneo y en los años siguientes regresó hasta 19 veces al Sur para ayudar a escapar a cientos de esclavos. Los esclavistas llegaron a ofrecer una recompensa por capturarla viva o muerta, pero ella siguió con su labor.
El Ferrocarril Subterráneo funcionó hasta que tras la Guerra de Secesión (1861–1865) se abolió definitivamente la esclavitud. Las personas que habían colaborado con el Ferrocarril Subterráneo jugaron un importante papel en la guerra por la instrucción recibida y el conocimiento del terreno.
A lo largo de su existencia, el Ferrocarril Subterráneo consiguió liberar a miles de esclavos y también influyó en la opinión publica para ganar partidarios a la causa abolicionista.
imagen y texto:Artículo sobre el "Ferrocarril subterráneo" en wikipedia